Hace más de 15 años, a mediados de 2008, escribí un pequeño PKGBUILD para empaquetar la librería DCMTK en Arch Linux. En ese momento no pensaba que se convertiría en una de las tareas más largas que haría dentro de la comunidad. Todo comenzó como un simple hobby: necesitaba la librería para un proyecto de un laboratorio de bioingeniería, allí trabajaba con una computadora con Arch Linux, pero como no existía un paquete disponible, decidí crearlo yo mismo para facilitar mi trabajo y, de paso, compartirlo con otros.
El mantenimiento de DCMTK lo largo de los años
Con el tiempo, lo que empezó como algo puntual se convirtió en una especie de ritual. Cada vez que salía una nueva versión de DCMTK, preparaba el paquete, lo probaba y lo publicaba para que cualquiera pudiera instalarlo fácilmente. Incluso este mismo año, antes de que se liberara oficialmente la nueva versión, me contactaron para tener el paquete listo a tiempo. Y así lo hice, adelantándome al lanzamiento oficial, tal como lo había hecho tantas veces antes.
Lo que no imaginaba es que, después de tantos años, DCMTK pasaría a formar parte de los repositorios oficiales de Arch Linux. Por un lado, me da un poco de nostalgia ya no ser el mantenedor después de tanto tiempo, porque este paquete me acompañó desde mis días de estudiante hasta hoy, pasando por las decadas del 2000, 2010 y 2020. Pero por otro lado, siento mucha satisfacción al ver que ahora forma parte de manera oficial del ecosistema de Arch.
Eso significa que mi esfuerzo inicial sirvió como semilla y que la comunidad seguirá dándole vida más allá de mí. En retrospectiva, fue un gran recorrido y considero que viví la esencia del software libre: aportar algo que ayude a otros y ver cómo esas contribuciones crecen y se transforman con el tiempo.
Gracias por leer este artículo y por acompañarme en esta pequeña despedida de uno de mis proyectos más longevos dentro de Arch.
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